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martes, 24 de noviembre de 2015

El (más importante) debate pendiente en Educación

¿De qué sirven todas las reformas a la educación que se están discutiendo, si los alumnos que serán afectadas por las mismas no podrán hacer frente al mundo en el cual tendrán que trabajar y vivir?

Los niños que hoy entran en pre-kinder, cuando salga a buscar trabajo, será en cargos que hoy no existen, usando tecnologías que no se han inventado, para resolver problemas que no conocemos[1]. ¿Cómo los estamos preparando para ese mundo? Ni la metodología, ni la materia de enseñanza, ni las habilidades blandas y duras que hoy se enseñan en el aula son las más adecuadas para el siglo 21. Fueron concebidas para la revolución industrial de los siglos 19 y 20. Finlandia – a la que tanto queremos parecernos – ha decidido cambiar la enseñanza “por materia” hacia enseñanza “por tópicos”[2]. La educación en formato único está siendo reemplazada por múltiples formatos. Nada de esto está en la agenda. ¡Y el siglo 21 es ahora!

Ya no se trata solo de habilidades en el uso de herramientas digitales (nacen con ellas puestas, aunque sus profesores, no) sino de temas mucho más de fondo, que sin embargo presuponen un dominio de dichas herramientas. Algunos ejemplos: pensamiento y evaluación crítica, mentalidad orientada al diseño, pensamiento computacional, discriminación de información, administración cognitiva[3]

Durante el siglo 21 veremos crecientemente la destrucción de fuentes de trabajo como hoy las conocemos, y para las cuales seguimos sin embargo preparando a nuestros estudiantes.  Ignorar esta arista de la ecuación en educación es un error que puede crear una crisis de proporciones en la Sociedad chilena. Afortunadamente aún tenemos algo de tiempo para convertir un gran peligro en una gran fortaleza de nuestro país.

Alfredo Barriga





[1] Sir Ken Robinson https://www.ted.com/talks/sir_ken_robinson_bring_on_the_revolution
[3] Future Work Skills 2020, The Institute for the Future, en http://www.iftf.org/futureworkskills/

lunes, 23 de noviembre de 2015

Revolución Digital y Futuro de Chile

El Ex Presidente Sebastián Piñera escribió una columna en el periódico "El Mercurio" respecto a la nueva revolución tecnológica. Abundando en lo mismo, esta afectará a Chile en aspectos muy sensibles. Que el efecto sea negativo o positivo para el país dependerá de que exista una Agenda Digital de Estado dentro de la agenda política y económica, y de cómo reaccione el empresariado, la academia y el Estado.

Según el Mc Kinsey Global Institute - como comenté en otro blog hace más de un año - para el año 2025 una docena de tecnologías emergentes tendrán un impacto económico en el mundo de hasta 2,5 veces el PGB de Estados Unidos. Dicho efecto es corroborado en varios otros informes y papers de organismos tan prestigiosos como el Foro Económico Mundial, la OCDE, la CEE, o la ONU. No hay forma posible en que eso no afecte al aparato productivo del país, a la Sociedad y al Estado. Y diez años son nada en términos de planificación macroeconómica.

Chile enfrenta un enorme desafío ante la destrucción de puestos de trabajo amarrados a formas de producción que serán rápidamente reemplazadas por las nuevas tecnologías, las que a su vez crearán puestos de trabajo para los cuales no hay mano de obra cualificada en este momento. Las actuales discusiones sobre la reforma laboral y la reforma educacional harían bien en incluir este factor, que puede hacernos perder el gran avance que ha tenido Chile en los últimos 25 años.

Es momento de pasar de los discursos a la acción - y esta, disruptiva. Las prioridades son:

  1. Institucionalidad: crear Ministerio de Ciencia y Tecnología, absorbiendo lo que hoy es CORFO Innovación, Conycit y el Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad
  2. Infraestructura: todos en Chile con acceso a Internet y un dispositivo
  3. Marco jurídico: actualizar todo el cuerpo legal en lo que afecta a nuevos paradigmas
  4. Educación:
       Modificación de malla curricular y metodología de enseñanza
       Incentivos a carreras del conocimiento, con mayor financiamiento del Estado, para crear los profesionales que necesitaremos en los próximos 50 años y a la vez evitar un mayor “paro ilustrado” estructural
  1. Innovación: foco en Energías Renovables No Convencionales. Por una vez, que además de poner recursos naturales pongamos valor agregado industrial alrededor.
  2. Trabajo: SENCE especial orientado a habilidades siglo 21 
Si no hacemos cambios disruptivos pronto, retrocederemos lo avanzado en los últimos 25 años, perderemos competitividad y nos empobreceremos, generándose un clima social inestable, y sin recursos para hacerle frente. Este es un proyecto transversal, y el caso es que ya hay un amplio consenso dentro de quienes están en esta actividad, independientemente de sus ideas políticas. Pero no está entre las prioridades: ni del Gobierno, ni del poder legislativo, ni del empresariado, ni de la academia. No hay conciencia de lo crucial que es comenzar a tomar medidas ahora mismo. Esperemos que el llamado del Presidente Piñera tenga más eco del que tuvo después de su publicación.

Alfredo Barriga