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miércoles, 31 de octubre de 2012

Licencia Medica Electrónica en FONASA: ¿Por qué no se masifica?

Por cuarta vez se realizó una encuesta entre médicos que utilizan la Licencia Médica Electrónica (LME), que muestra un aplastante respaldo a este  nuevo proceso que afecta a millones de personas en todo el país.  

Antes de la LME, los pacientes tenía que volver a la empresa después de ir a la consulta a dejar una copia de la licencia médica. La empresa enviaba una copia a la ISAPRE, la que se pasaba a auditoría antes de autorizar el pago. Como el proceso podía ser largo, el pago de los días faltados a veces se recuperaba en la planilla de sueldo del mes siguiente al de la enfermedad. Para detectar fraudes, la ISAPRE tenía que ingresar manualmente todos los datos de cada licencia en sus sistemas. Las empresas también debían digitar nuevamente los datos de la licencia médica en sus sistemas de Recursos Humanos (RRHH)

Desde que se incorporó la LME en el sector privado de salud, el sistema se simplificó enormemente para todos: el paciente ya no tiene que volver a la empresa a dejar una copia; la ISAPRE y la empresa reciben inmediatamente la información de forma electrónica y pueden procesarla a continuación; los sistemas de RRHH han generado interfaces hacia el sistema lo cual evita la doble digitación; los médicos cuentan con un sistema más sencillo para tramitar las licencias médicas, y los errores de codificación y los fraudes se han reducido al contar con información confiable y en tiempo real acerca de la emisión de licencias médicas. Para los médicos y las empresas debe resultar absurdo tener que seguir con los dos sistemas, ya que no todos los usuarios que llegan a su consulta tienen ISAPRE, ni todos los empleados de una empresa tienen ISAPRE. Primera gran razón de masificar la LME: racionalidad en el sistema. 

Hace casi un año atrás se licitó la LME para el sector público de salud (FONASA). Se llevó a cabo un Plan Piloto que ha sido hasta ahora muy exitoso, habiendo llegado ya a las 100 mil LME emitidas. No solo se agilizaron los trámites, sino que además se redujo el plazo de pago de la licencia al paciente desde los actuales 60 días a 15 días, que aunque aún están lejos de los 3 días que tardan las ISAPRES, al menos permite que en un buen número de casos los usuarios de FONASA cobren los días faltados por enfermedad el mismo mes que la tuvieron. Demás está decir que los usuarios de FONASA son las clases menos acomodadas, que hoy tienen que esperar 60 días para cobrar, mientras que los clientes de las ISAPRES, que son las más acomodadas, cobran el mismo mes que se enfermaron. Segunda gran razón de masificar la LME: igualdad en el trato a los trabajadores del país. Lo que hoy existe, sin que haya sido provocado a propósito, es una discriminación por la que reciben un peor servicio las personas con menos recursos. 

No solo se lleva a cabo el Piloto. También se presenta un Proyecto de Ley (PL) en el Congreso donde se dice que el ahorro para el Estado sería de unos 80 millones de dólares en dos años. El Senador Ruiz-Esquide se opuso al proyecto alegando que la LME significaría el despido de personal del Compín, cuando de lo que se trata es que la misma gente en Compín y FONASA hagan la misma pega en 15 días en vez de los 60 que hoy tardan, mediante una reingeniería de procesos que supone que parte del rol de los compines se lleve a FONASA para hacer más ágil el proceso. Luego resultó que se podía llevar a cabo el cambio sin necesidad de un PL. Tercera gran razón para la masificación de la LME: mejor gestión de recursos públicos de salud. 

La LME fue parte de la Agenda Digital del Presidente Piñera durante la campaña. Cuarta y última gran razón de masificar la LME: es parte de la Agenda Digital de la campaña, y se ha demostrado que se puede hacer y que funciona

En FONASA se emiten anualmente 3,5 millones de Licencia médicas. No me puedo explicar que, habiendo tenido un  plan piloto exitoso, la LME de FONASA no se masifique. El Gobierno se llenaría de elogios, los usuarios se verían beneficiados, una discriminación real aunque no deseable en el trato a trabajadores sería superada y FONASA mejoraría su gestión al reducir el fraude. ¡Todos ganan! ¿Qué argumento hay entonces para retrasar su masificación?  

Como defensor de la obra de este Gobierno y en especial de su Agenda Digital, espero sinceramente que, cualquiera que sea la causa, se supere lo que sea que está deteniendo la masificación de la Licencia Médica Electrónica y se otorgue a los millones de chilenas y chilenos que hoy dependen de FONASA para financiar su salud el mismo servicio que actualmente ya reciben de forma universal quienes pagan a una ISAPRE. 


Alfredo Barriga

jueves, 16 de agosto de 2012

Estrategia Digital para 2020


De aquí al año 2020 la Economía Digital va a irrumpir con especial fuerza en el mundo entero, generando oportunidades de trabajo y emprendimiento como no se había visto en mucho tiempo[1]. Los puestos de trabajo necesitarán habilidades y competencias distintas, y el sistema educacional va a cambiar radicalmente para atender esta nueva necesidad. La incorporación de plataformas digitales en la energía, el transporte, la educación y la salud van a ser especialmente importantes. El término de moda va a ser “smart” (inteligente).  Ciudades inteligentes, salud inteligente, transporte inteligente, energía inteligente, minería inteligente, agricultura inteligente… país inteligente. Esa es la estrategia digital de, por ejemplo, Corea del Sur.

Chile tiene de verdad una oportunidad histórica de subirse a esta nueva era y pasar a estar entre los países de avanzada. No van a ser las actividades tradicionales las que van a dar a nuestro país el sello de “desarrollado” que tanto anhela, y de hacerlo, no será para el año 2020. Una Estrategia Digital de país que tenga en cuenta las meta-tendencias que ya están ocurriendo en el mundo es el camino más corto hacia el desarrollo. Será lamentable que dejemos escapar esta oportunidad. Como dijo el Presidente Piñera en su discurso de campaña, la Sociedad del Conocimiento no tendrá paciencia con los países que la ignoren y entregará enormes oportunidades a los países que la abracen.

Para aprovechar esas enormes oportunidades, en la Estrategia Digital debe estar en primerísimo lugar  el acceso universal a la Banda Ancha en todos los hogares de Chile. En segundo lugar, deberá entregar una visión de educación para el siglo 21, donde las competencias y habilidades más necesarias serán alrededor de las tecnologías de la información y la generación de conocimiento. Mucho está sucediendo, y muy rápido, respecto de nuevos paradigmas en la educación, como he comentado en varios posts. En tercer lugar, deberá haber una propuesta para el código del trabajo, que va a quedar anacrónico con las nuevas modalidades de trabajo que se vienen. Cada vez van a haber más “profesionales de portfolio” o empleo 2.0[2], y están completamente vulnerables frente a sus empleadores con el actual marco jurídico. En cuarto lugar, el marco jurídico de Chile tendrá que adaptarse a una nueva realidad económica que no conoce de fronteras físicas ni de nacionalidad, en un mundo verdaderamente globalizado y basado en bienes intangibles generados por el talento de las personas. El actual marco jurídico del país fue hecho considerando una nación con fronteras, industrial, agraria, y de servicios tangibles. Y en quinto lugar, el foco del Estado también va a cambiar debido a todos estos cambios que se avecinan, y es necesaria una institucionalidad acorde a esta nueva realidad. Fondos y programas que fueron creados para una economía tangible deberán reconvertirse para una economía intangible, que es la que va a crecer y a la que hay que apostar. Como organización, el Estado es  la más anacrónica de Chile, operando aún bajo paradigmas del siglo 19. La “mentalidad de silos” no ha cambiado, y ello hace del Estado una organización ineficiente, costosa y torpe para cumplir su misión. Es necesario crear una mayor transversalidad operacional, para lo cual el experimento de Chile Atiende es un muy buen referente.

La Estrategia Digital del país debe ser, como lo indica el término, estratégica. Y muy, muy audaz, porque los próximos 8 años van a ser cruciales, las apuestas son altas y las cosas van a cambiar muy rápido. Nos jugamos seguir dentro de los países que avanzan o quedar fuera. Me sentiría decepcionado si de esta estrategia saliera un Chile 2.1, cuando lo que necesitamos es un Chile 3.0

Alfredo Barriga
Consultor en estrategia digital


[1] Cif Informe “Internet Matters” de Mc Kinsey, mayo 2011
[2] Fernando Vigorena, libro “Empleo 2.0”

domingo, 12 de agosto de 2012

Agenda digital en buen camino


La agenda digital del Gobierno está bien encaminada, y ya están saliendo los frutos. Han pasado tres cosas para este cambio en el último año:
  1. En primer lugar, creo que ha habido un cambio por parte de varios Ministros, Subsecretarios y Jefes de Servicio que han visto los beneficios tangibles del uso de TIC para los ciudadanos, para los funcionarios del Estado, y para la calidad de los servicios que presta el Estado. De esta forma, los proyectos TIC han dejado de ser “proyectos técnicos” para convertirse en proyectos de mejora de productos del Estado. Ya son proyectos de negocio, en el buen entendido del término.
  2. En segundo lugar, la elección de la gradualidad como paradigma de incorporación de TICs. Más que un cambio radical, disruptivo y profundo, se ha optado por una estrategia de escalamiento continuo, por la cual se van generando continuamente cambios que sumados generan un nuevo paradigma.
  3. En tercer lugar, un énfasis en el mediano y largo plazo. Hacer lo que se pueda hacer ya mismo, pero alineado en una visión estratégica.

Quiero destacar cuatro ejemplos de lo anterior.

El Ministerio de Educación, a través de Enlaces, ha puesto en marcha la incorporación de los contenidos de la Khan Academy en mil colegios públicos. Pocas noticias me han dado tanta alegría este año como esta.  Ya no se trata de “otro plan piloto” (en lo que nos habíamos convertidos en líderes mundiales), sino de un cambio de paradigma en regla. Las TIC  en el aula ya no consisten en entregar computadores, sino de mejorar la metodología de enseñanza. Las TIC, al servicio de la calidad de enseñanza. La idea es que se genere una dinámica por la cual poco a poco sean los profesores innovadores quienes den el siguiente paso (gradualidad): “flipping the classroom”. Aprender vía Internet – Khan Academy – en la casa, y aplicar lo aprendido en la sale de clase, generando una tutoría más focalizada, por parte de los profesores, en los alumnos con más dificultades. Eso es generar igualdad de oportunidades desde el comienzo. Mi única decepción es que esta noticia no haya sido noticia. Muestra que, efectivamente, a pesar de lo que haga el Gobierno, la Agenda Digital no es parte de la agenda del país… aún.

El programa Chile Atiende ha supuesto un cambio de paradigma en la forma en que el Estado se relaciona con el ciudadano. Para mí la parte más importante de este cambio de paradigma es superar la “cultura de silo” que está demasiado arraigada en la organización del Estado. Juntar 14 instituciones para entregar en  común más de 1.800 beneficios del Estado bajo una sola estructura es algo verdaderamente notable, cumpliendo por primera vez con la antigua idea de “ventanilla única”. Ha supuesto además capacitar a funcionarios públicos y mejorar el valor agregado que entregan, sacándolos de trabajos administrativos repetitivos - que, lo quieran o no, acabarán haciendo las máquinas. Se cumple así uno de los paradigmas de la Sociedad del Conocimiento que frecuentemente comento en mis presentaciones: que el “funcionario público”  (movedor de procesos) debe dar paso al “gestor público” (solucionador de problemas). Con este paradigma pienso que el Estado puede realizar “órdenes de magnitud”  de más y mejores cosas con el mismo presupuesto. Porque el foco del servicio pasa a ser el ciudadano, pero atendido por otros ciudadanos. En definitiva, apalancando el know how y el talento existente en los funcionarios públicos para que produzcan valor en vez de producir gastos. Es el primer paso decisivo hacia un Estado del Conocimiento. Mis felicitaciones también.

El MINSAL, en conjunto con FONASA, ha generado una Estrategia Digital de Salud que es funcional al Plan de Salud 2010-2020. Ha habido agendas digitales de salud anteriormente, pero el foco era la digitalización de la salud. La diferencia en este caso está en que el foco es el Plan de Salud 2010-2020. Se ha analizado el Plan y se ha analizado la realidad digital del Sector Salud, identificando por un lado aquello que hará falta cambiar en la realidad digital para que el Plan de Salud sea exitoso, y por otra parte aquello con lo que se podría contribuir a mejorarlo. La otra novedad es que por fin se está comprendiendo la importancia del marketing en la implementación de proyectos TIC complejos. Se identificaron 8 stakeholders y se elaboró un plan comunicacional para cada uno de ellos, de forma que no solo estén bien informados de lo que se va a hacer, sino que lo estén en un lenguaje coloquial y se sientan cómodos en el rol que les toca llevar a cabo, con una participación directa, abierta y transparente. El portal desarrollado permitirá conectar por primera vez a los Jefes de cada Proyecto con el público general, para explicar qué están haciendo, cuánto han avanzado, y cómo les va a beneficiar.

Por último, a lo anterior se añade la reciente licitación con un presupuesto de 160 millones de pesos para ayudar a la Secretaría de Desarrollo Digital (hoy dependiente de Subtel) en la generación de una Estrategia 2020, iniciativa que tengo muy presente porque participé en su génesis. Oliver Flögel ha conseguido que se pueda materializar con un presupuesto que no tuve. Esto permitirá contar con una muy buena estrategia, llevada a cabo con participación de muchas personas a través de los Diálogos de Desarrollo Digital, de los cuales ha habido ya 3 versiones.

En definitiva se están dando los pasos para que poco a poco desde el Estado se comiencen a incorporar los nuevos paradigmas de la Sociedad del Conocimiento. Resta ahora desear que el resto de los estamentos (sociedad civil, sector privado, academia, think tanks, partidos políticos) respondan con entusiasmo. De lo contrario, esta agenda digital corre el peligro de volver a caer en el desuso, y ya no podemos permitirnos ese lujo a estas alturas.

Alfredo Barriga

martes, 5 de junio de 2012

Estrategia digital para la salud en Chile

Existe la imagen, manifestada una y otra vez en encuestas, que la salud pública en este país de América Latina carece de agilidad, oportunidad y recursos para cumplir su rol y funcionamiento. El Ministerio de Salud chileno ha generado una Estrategia Nacional de Salud para el decenio 2010-2020, en la que se atacan las causas de los problemas de este sector desde una perspectiva holística, enfocándose en las patologías propias del decenio y en una medicina preventiva, que en definitiva supone direccionar los esfuerzos a mantener una población sana más que a curar una población enferma.

Para que esa Estrategia Nacional de Salud sea posible, requiere una Estrategia Digital propia. La salud fluye sobre dos grandes canales: información y procesos. Si cualquiera de las dos fallan, por buenos que sean los planes y soluciones médicas, no se alcanzarán los resultados previstos. Para ello se ha de contar con sistemas de información sólidos, confiables e interconectados.

Mejor información supone mejor salud. La realidad hoy en día es que la información del sector salud está fragmentada y desconectada. Ningún prestador puede afirmar tener todos los datos de ningún paciente. Los prestadores guardan la información que tienen, como una forma de establecer barreras de salida de sus pacientes y no la comparten con los demás prestadores. No hay acuerdo en los estándares de interoperabilidad, y los sistemas de información hospitalaria (HIS por sus siglas en inglés) son propietarios y cerrados.

Por ello, un primer paso es la homologación de los sistemas HIS junto con un modelo de intercambio de datos único y eficiente. Debido a la autonomía de los hospitales públicos, esto requiere de un fuerte involucramiento y apoyo por parte del Ministerio de Salud de Chile, el que tiene que trabajar muy coordinado con FONASA, el asegurador público que atiende a más de 13 millones de chilenos. El ideal sería establecer una institucionalidad propia y única cuyo foco sea la informatización de la red, de forma de potenciar todas las sinergias posibles, y generar una plataforma que integre la gestión clínica con la gestión financiera. Lo anterior parece de perogrullo, pero lo concreto es que hoy no están unidas.

La consolidación de la información de salud tendría, como primer y mayor beneficio, que la información de cualquier paciente estaría disponible dónde y cuándo hiciera falta; generaría además una cantidad de información agregada valiosísima para monitorear y medir el efecto real de las políticas públicas de salud, y realizar acciones correctivas en forma oportuna. Hoy, esos datos no están disponibles y es dificilísimo llevar a cabo monitoreo de políticas públicas.

No es un secreto para nadie que los procedimientos dentro de la salud pública son engorrosos, enredados y algunas veces frustrantes para quienes se atienden. Para agilizarlos, el medio más eficaz, eficiente y económico es que corran sobre plataformas digitales, con una reingeniería de procesos y su posterior automatización. Ello permite coordinar transversalmente los mismos, acercando realmente la salud pública al paciente y entregando soluciones oportunas en tiempo y calidad. Permite, además, una mejor gestión y control en la asignación de los fondos y recursos para este sector.

Focalizando la estrategia digital de salud en esos dos aspectos, y dotando a la salud pública en Chile de una institucionalidad propia que pueda acometer la magnitud de los proyectos que se requieren permitirá saldar una cuenta que tienen las tecnologías de la información con la salud desde hace algún tiempo: un retorno sobre la inversión acorde a las expectativas que crea.

Alfredo Barriga

jueves, 10 de mayo de 2012

SIMCE TIC en Chile muestra baja preparación para la Sociedad del SXXI


Este martes la Fundación País Digital llevó a cabo un desayuno de trabajo para analizar los resultados de la primera prueba SIMCE de TIC llevada a cabo en Chile el 30 de noviembre de 2011.

Lo primero y más positivo es que se haya realizado esta encuesta sobre el uso de TIC por parte de escolares tanto del sector público como privado y subvencionado.  Esta fue tomada por 10.321 estudiantes de 2° Medio, distribuidos entre 505 establecimientos a lo largo del país.

La prueba mide el nivel de desarrollo de las Habilidades TIC para el Aprendizaje que han alcanzado dichos estudiantes. Estas habilidades incluyen el manejo de las herramientas tecnológicas a disposición, sumado a la aptitud para enfrentar y resolver problemas de alta complejidad cognitiva, interactuar con otros y desenvolverse de forma ética y ajustada al marco legal dentro de ambientes tecnológicos, lo que se expresa en la capacidad de los estudiantes para resolver problemas y tareas escolares reales en un ambiente virtual, a través del uso de aplicaciones computacionales regularmente utilizadas.

Los resultados de la prueba se midieron sobre la base de un puntaje, dividiéndose el mismo en tres categorías: básico (245 puntos o menos), intermedio (entre 246 y 335 puntos) y avanzado (más de 335 puntos).

Quienes estamos al tanto de la realidad chilena en el uso de TIC esperábamos resultados bajos con desigualdades altas. Lo que no esperábamos era la magnitud de las diferencias.

Efectivamente, el porcentaje de alumnos que alcanzaron nivel avanzado en el segmento socioeconómico alto es 56 veces superior al mismo porcentaje en el segmento socioeconómico bajo (16,9% vs 0,3%). La misma comparación entre colegios privados y colegios públicos de de 30 veces más en los primeros que en los segundos (18,2% vs 0,6%).

El promedio de puntaje es bastante parecido en todas las regiones, aunque la Región Metropolitana junto con la V sobresale un poco respecto a las demás (una pista: tienen mayor cobertura de banda ancha).

Me llamó la atención el porcentaje de alumnos que consiguieron el nivel avanzado en colegios privados. Aquí es donde, en teoría, se educa la elite de Chile. Hubiera esperado un porcentaje más alto de alumnos en esta categoría. El 18,2% obtenido resalta aún más la gravedad de las diferencias con las clases menos acomodadas. Es decir, las clases más acomodadas están con un bajo porcentaje en nivel avanzado, y sin embargo, tienen 56 veces más que las clases más bajas.

A grandes problemas, grandes soluciones. Chile necesita un proyecto como el que se impulsó en Portugal o en Uruguay, entregando un computador por alumno y con conexión a Internet. Lo que no haría sería entregarlos, sin más. Sería un derecho para los alumnos siempre y cuando el colegio (público o particular subvencionado) tenga un proyecto de incorporación de TIC en el aula, basado en alguno de los muchos nuevos paradigmas que han surgido y que he comentado en otro artículo, con aprobación del Ministerio de Educación.

De esta forma, los alumnos y sus padres y apoderados presionarán a los directores y profesores de colegio para que se adopte un proyecto que les permita acceder a un computador, pero con un propósito educativo detrás. Ese proyecto debería incluir entrega de un PC a los profesores y la correspondiente capacitación para introducir TIC en el aula, en especial para llevar a cabo trabajos de investigación en grupo. Se puede comenzar con un curso, para posteriormente ampliar a todo el colegio. Lo importante es que quede claro que se va a avanzar por esa carretera sí o sí, y que serán los propios alumnos y sus apoderados quienes exigirán recibir las mismas

En el desayuno de trabajo el Director de Enlaces mostró una diapositiva de las habilidades que necesitarán los trabajadores para el año2020. De la lectura de esa lista queda diametralmente claro que el uso de TIC es una herramienta indispensable para que nuestros ciudadanos tengan acceso a los puestos de trabajo que se estarán creando. Lo inverso también es cierto: si  no cuentan con un manejo avanzado de TIC estarán discapacitados para trabajar, y Chile no contará con mano de obra cualificada para las necesidades y desafíos que deberá enfrentar. El año 2020, en términos de educación,  es ahora mismo. Esperemos, por el bien de Chile, que este tema esté entre las 5 prioridades del Ministro de Educación. 

Alfredo Barriga

domingo, 5 de febrero de 2012

Facebook o el nuevo paradigma de las utilidades en la Sociedad del Conocimiento

Mark Zuckenberg, en su carta a los futuros accionistas de Facebook dice que su empresa no hace buenos productos para ganar dinero, sino gana dinero para hacer buenos productos. Steve Jobs diría lo mismo. Y otro tanto muchísimos de los grandes ganadores de la nueva economía, personas que han llevado a sus empresas a capitalizaciones de mercado impensadas para empresas fuera de la nueva economía.

Por supuesto, una cosa lleva a la otra y ambas se refuerzan en un círculo virtuoso. Si haces buenos productos, ganas dinero, y si ganas dinero, tienes para hacer más buenos productos.

Pero ese no es el punto, sino que el “por qué” están en el negocio. Hasta ahora, se estaba en el negocio para ganar plata. Punto. Ese era el paradigma. Ahora estamos viendo un nuevo paradigma de la mano de empresarios muy exitosos, que ponen la motivación en la generación de productos y servicios que el público ama y está dispuesto a comprar. Aunque parezca una sutileza, no lo es. Es un cambio de paradigma. Es muy distinto decir: “estoy en esto para ganar plata” que decir “gano plata para estar en esto”. La Teoría del Negocio es distinta, y por lo tanto, distintos son los valores implicados; la visión, misión y estrategia corporativas, la forma de plantarse ante el mercado. Qué distinta esa visión que la del ícono milenario del empresario que busca sobre todo y por encima de todo, el beneficio.

En el nuevo paradigma, el beneficio no es un fin, sino una consecuencia del verdadero fin. Esta nueva forma de mirar a los negocios es definitivamente más “cliente-céntrico” que la manera en que hasta ahora se han manejado las ciencias empresariales y la administración de empresas. Habrá que cambiar no pocos libros de economía y de administración de empresas con esta visión.

En la mayoría de las empresas frases como “el cliente es rey” o “el cliente siempre tiene la razón” no son más que frases para el bronce que quedan muy bien enmarcadas en altisonantes cuadros puestos en las oficinas bajo el título pomposo de “Nuestros Valores” o “Nuestros Principios” o “Nuestra Visión”, pero que, a la hora de la prueba ácida, no pasan de ser más que eso: frases de buena crianza para captar clientes. Gracias a Internet, la Web y el advenimiento de la Sociedad del Conocimiento, están pasando a ser parte esencial de las mejores prácticas corporativas, pero ¡en serio!

Internet está haciendo que “el mercado” funcione. La base está en la generación de una gigantesca plataforma colaborativa hecha sin fines de lucro – primera gran disrupción respecto de la base del sistema capitalista, que está siendo superado – sobre la cual se están levantando exitosas empresas que se basan en la transparencia total de sus actividades y en la simetría de información con sus clientes. Porque, al final del día, es el consumidor, a solas, sin publicidad ni letra chica, quien decide levantar o bajar el dedo índice respecto de lo le están ofreciendo. Y eso lo han aprendido rápido los nuevos emprendedores del conocimiento.

Facebook y Apple no son casos aislados. La lista es larga. Muchos de estos nuevos empredimientos han cambiado para siempre industrias tradicionales enteras. Como Skype con la telefonía de larga distancia, o UPS con la cadena de abastecimiento, o Amazon con la venta al retail, o el correo electrónico con el servicio postal. Cada una de estas nuevas ideas, centradas en dar al cliente lo máximo el mínimo costo, basado en gigantescas economías de escala que permite atender un mercado de 2 mil millones de usuarios, está destruyendo puestos de trabajo en los modelos de negocio incumbentes y creando nuevos puestos de trabajo en los modelos de negocio emergentes o desafiantes.

Pero la guinda de la torta es por qué lo hacen. Ya no es el “capitalista de chistera con puro en la boca, pensando en los millones de dólares más que va a ganar”, sino emprendedores que están por hacer que las cosas pasen, que sean “cool”, que cambien el mundo, y que traigan dinero. Por supuesto, ello no quiere decir que les da lo mismo ganar o perder dinero. Es simplemente que para ganar hay que dar valor, transparentemente y con simetría de información. Las utilidades, más que “el” fin de la empresa, son un medio y un medidor: “si gano dinero, es que lo estoy haciendo bien”.  El foco está en el cliente y en crear el producto que necesita. Eso lo dicen todos los libros de administración de empresas, pero la realidad es que el foco ha estado hasta ahora en ganar dinero. En este nuevo entorno, las utilidades adquieren su real significado.   

Un empresario le comentaba a un amigo mío que los negocios están en la asimetría de información. Es hora que revise su modelo. Eso, en la nueva economía en Internet, está abocado al fracaso. Y lo quiera o no aceptar, las asimetrías de información se están borrando gracias a la Web.

Alfredo Barriga.

domingo, 29 de enero de 2012

Desempleo en España y trabajo en Internet

España es mi segunda patria. Llegué allá en 1972 y viví hasta 1991, con breve intervalo de 2 años en Chile. La mitad del tiempo en Madrid, la mitad en Barcelona. Estudié en la Complutense en Madrid, hice un Máster en el IESE en Barcelona, trabajé en empresas de Madrid y Barcelona. Tengo doble nacionalidad, adquirida allá por años de permanencia – cuando aún la entregaban por ese motivo. Así, pues, esta vez escribo como ciudadano español de pleno derecho.

Me duele lo del desempleo en España, especialmente para gente joven. No es solo un drama social, es el mayor despilfarro de recursos que se pueda tener. Ya conocéis mis ideas sobre la Sociedad del Conocimiento, de anteriores posteos en este blog. 5 millones de desempleados son 5 millones de personas dotadas de capacidades que no pueden desarrollar, con lo cual al final pierden ellos pero también el país.
Creo que el problema del “desempleo ilustrado” en España ya es estructural. ¿Por qué? Porque ya existía cuando vivía allá. Lo que ha sucedido en estos 20 años es que ha aumentado continuamente, llegando a niveles que son simplemente inaceptables. Hoy tener un título no implica tener acceso a un trabajo regular, en absoluto. Si tratas de emplearte en lo que te has preparado por cinco años, te dicen que no hay trabajo. Si tratas de emplearte en algo más sencillo, te dicen que estás sobre calificado. Sigues viviendo en casa de tus padres, porque no hay opciones.

¿O las hay?
Durante estos meses he estado escribiendo una y otra vez acerca de las oportunidades ilimitadas que se abren en Internet. Las vuelvo a enumerar, tomadas de estudios recientes de Mc Kinsey, la OCDE, la ONU y otras fuentes: la economía en Internet crece a dos dígitos, años tras año. Crea 2,6 puestos de trabajo por cada uno que destruye. Tiene un PIB superior a España. El año 2010 el comercio electrónico mundial movió 8 billones de dólares (trillones, en la fórmula norteamericana). No se requiere de grandes capitales para emprender en Internet. El mercado es de 2 mil millones de usuarios. Las posibilidades son infinitas… pero hay que “sentirse” parte de esta realidad digital, de este mercado gigantesco.

El año 2002 un empresario uruguayo que vendía conexiones de banda ancha se preguntaba cómo mejorar las ventas, puesto que el país estaba estancado. Concluyó que una forma era convertir lo que era un gasto (un lujo, en ese momento), en una herramienta de generar ingresos. Desarrolló unos talleres para capacitar a gente normal y corriente a vender en Internet. Vender ¿qué? Descubrió que “de todo”. Su hijo experimentó, y acabó vendiendo mandíbulas de tiburón por e-Bay. Luego, cuando comenzaron a ser cientos y miles los capacitados, siguieron saliendo novedades: comadrejas disecadas, réplicas de arcos y flechas del S XI, estampillas… Al cabo de 7 años, 33 mil uruguayos (1% de la población) habían pasado por sus talleres, y hoy exportan más de 500 millones de dólares al año. Si no me creéis, id a http://www.teletrabajo.com.uy/
Me gustó esa idea, y la traje a Chile, cuando estuve en la Secretaría de Desarrollo Digital. Hicimos un piloto en 9 comunas. Más de mil personas tomaron al menos tres de los seis talleres (a muchos les bastaba con eso, luego seguían por su cuenta). Como era de esperar, salieron casos notables, como el de una joven madre soltera que pensó, al acudir a la convocatoria de “teletrabajo”, que la iban a capacitar y ofrecer trabajo para hacerlo desde casa. Grande fue su desilusión al ver que más bien se trataba de que emprendiera por su cuenta. Pero, como ya estaba allí, se quedó para ver qué pasaba. Después de 4 talleres ya había aprendido a detectar qué productos eran los más vendidos en uno de los portales tipo e-Bay que hay en América Latina (www.mercadolibre.com), se había conectado con proveedores chinos en www.alibaba.com, usando el traductor de google para hacerse entender, había comprado sus primeras 10 unidades, las había publicado en el portal y había vendido dos… con un 400% de margen sobre costos. Esa chica aprendió de negocios en 20 horas lo que yo aprendí en 21 meses en un Máster. O el caso de un artesano de Pomaire, un lugar típico cercano a Santiago y famoso por su greda, que vendió 500 platos de greda a un restaurante en su primera semana... podría escribir páginas de páginas de casos

La cuestión es “dar el salto”. Y aquí hay un tema cultural. Por decenios, el modelo en España ha sido el de buscar una empresa que os de un trabajo, o bien hacer oposiciones a cualquier cargo que salga, con la ilusión de que es un trabajo de por vida. Ese es el paradigma que hay que cambiar. Buscáis empleo, no trabajo. Ya no hay empleos de por vida. Ni siquiera de por años… hay trabajo, hay donde ganarse los duros, pero no necesariamente empleos.
De España salieron hace más de 500 años cientos de miles de personas a “hacerse la América”, con lo puesto, dejando atrás los paradigmas de aquella época sobre cómo ganarse la vida. No fue fácil, no fue gratis, a algunos  les fue bien, a otros no tanto. El “nuevo mundo” hoy está en la Web. E-Bay mueve más de doscientos mil millones de dólares al año, y no es el único. Hoy se puede buscar trabajo (no empleo: trabajo) en muchos portales Web como www.freelance.com, www.guru.com, www.linkedin.com, y un largo etcétera. La época en la que hacíamos nuestra “carrera profesional” sobre la base de empleo por cuenta de terceros se está acabando. El presente y el futuro están en el empleo por cuenta propia. Personalmente, llevo en ello 15 años, con algunos intervalos como la Secretaría de Desarrollo Digital, y no es fácil, pero es apasionante. Hoy trabajo en lo que me gusta y en lo que sé, y deseo eso para todos. Se puede, pero para ello primero hay que cambiar el foco, de buscar “empleo” a buscar “trabajo”. Haciendo lo que más nos gusta, y para lo que pensamos tenemos más habilidades. Perdiendo el miedo a la incertidumbre. Los pescadores salen todos los días a capturar. Están en lo suyo. Pues eso, hay que salir a pescar. De haber peces, los hay. Y en Internet tenemos además la caña, las instrucciones para pescar, y los lugares donde están los peces. El resto, nuestras ganas y entusiasmo. ¡Y creer que el mundo es redondo!

Al cuerno las oposiciones. Al cuerno el envío de curriculums, y frustrantes entrevistas de empleo y lo demás. En Internet no tienes que tener títulos para abrirte camino, ni buena presencia ni un pariente en el Gobierno. El curriculum que vale no es el “vitae”, sino el “digitae”.
Si en España sucediera lo que en Uruguay – y espero también en mi país, ya que la iniciativa está ahora en fase masificación – se crearían casi medio millón de autoempleos, con un incremento en la renta nacional del orden de 5 mil millones de Euros. Quizá el Estado o una autonomía podría armar un programa de cómo el que armamos en Chile. En todo caso, para el Estado sería negocio redondo. Esos 5 mil millones de Euros traerían a las arcas fiscales unos 600 millones de impuestos por el IVA… cada año. Pero quienes quieran salir adelante antes, no esperen. Ocupen solo parte de su tiempo en buscar empleo – cambiar paradigmas siempre es difícil- y el resto, con mucho entusiasmo, a buscar qué ofrece Internet.

Os sorprenderá, como le ha pasado ya cientos de miles en todo el mundo.

Alfredo Barriga

lunes, 23 de enero de 2012

Libertad y propiedad intelectual en Internet

Internet es hoy por hoy el ambiente donde existe mayor libertad de expresión y de acción. Los "padres fundadores" de la Web - Tim Berners-Lee et al - la crearon con esa condición: que fuera un espacio abierto y colaborativo. Introdujeron muchos nuevos paradigmas, uno de los cuales es "compartir sin cobrar". Este ambiente colaborativo, abierto y gratuito es desde luego uno de los grandes motores de la gran transformación social, política y económica que ha traido Internet.

Y es en defensa de esa misma libertad que apoyo lo ocurrido con MegaUpload. Porque para que la Web se desarrolle y alcance su potencial es necesario defender los principios de libertad que la animaron, donde un proveedor de contenidos libremente puede cobrar o no por el acceso al mismo, sin que nadie, ni dentro ni fuera del sistema, le pueda obligar a adoptar uno u otro modelo de negocios. No se puede confundir la posibilidad de acceso gratuito a contenidos y aplicaciones con la obligatoriedad de acceso gratuito a contenidos y aplicaciones. Eso nunca estuvo en la mente de quienes hicieron la Web lo que es hoy.

La piratería es robo de contenido. La propiedad intelectual es propiedad privada. Cada cual decide si esa propiedad privada la regala al resto del mundo (freeware), la regala con la condición de que quien la mejore también la regale (GNU), cobra por su uso, o lo entrega solo a quienes cumplan con determinados criterios. Tan respetable uno como otro. Y en caso de acceso NO CONSENTIDO a la propiedad intelectual, debe haber un medio para proteger al afectado.

Se arguirá de que hacer lo que se hizo con MegaUpload es ponerle puertas al campo. Que ese tipo de acciones lo único que van a conseguir es llevar las actividades de piraterías hacia países que miran hacia el lado y que no extraditan. Sin embargo, la piratería "offline" también existe, desde hace siglos. De copias burdas de relojes Rolex hasta secuestro de barcos comerciales, es algo que existe en todo el mundo. No hay diferencia, desde el punto de vista del acto, entre piratería offline y online. Y la piratería se combate con los instrumentos de la ley. Offline y Online. Usar eso como argumento para Internet sería tan absurdo como decir que, puesto que igual se piratea Offline, mejor no perseguirlo.

Se arguirá que quien tiene que cambiar el modelo de negocios es la industria del cine, porque no podrán evitar la piratería. Argumento válido, pero al fin de cuentas, es la industria misma quien debe decidir el cuando y el cómo. Ya lo está haciendo, mejorando la experiencia del usuario en las salas de cine. Tal vez no sea ese el camino. Tal vez sea un modelo como el de iTunes, que salvó a la industria de la música. Pero ese es un camino que hay que recorrer. Lo que no se puede admitir como principio dentro de la Web es que si alguien quiere cobrar por su contenido se le obligue a darlo gratis. La Web no puede convertirse en el Far West, donde todos se sientan con derecho a tomar lo que está su alcance independiente de los medios usados para obtenerlo. Sería el caos, y al final sería la Web y sus usuarios los primeros perjudicados. Por ello es que en los foros internacionales sobre el futuro de la Internet hay acuerdo en mantener el principio de libertad y apertura y a la vez proteger los derechos de propiedad intelectual. Serán los propios usuarios de la Web quienes en definitiva validarán libremente los modelos sin cargo o los modelos de pago, habiendo posiblemente espacio para ambos, como ha sucedido hasta ahora.

Se puede estar de acuerdo con el fondo pero objetar la forma en que se llevó a cabo la clausura de MegaUpload y la detención de sus gerentes. Se puede estar indignados con esto de que, desde un país (Estados Unidos) se ordene la captura de personas de otro país (Nueva Zelanda) y se extraditen al primero para ser juzgados y condenados de acuerdo con las leyes del primer país. ¿Que pasa si en el segundo país la actividad no es considerada ilegal? El caso concreto de MegaUpload, se da que la actividad sí era considerada ilegal tanto en EEUU como en Nueva Zelanda, que habían acuerdos de colaboración contra el cibercrimen, y que las cosas se hicieron apegadas a la ley y a esos convenios internacionales. Pienso que el mensaje que ha dado al mundo esta acción policial es positivo: nadie puede acceder a contenidos sin consentimiento del autor, y éste tiene el derecho de perseguir a los infractores. Y se debe contar con herramientas eficaces para hacer valer esos derechos.

Para que la Web pueda desarrollarse y traernos aún más beneficios se ha de generar un marco mínimo de respeto hacia las legítimas y diversas posiciones de quienes llevan a cabo su actividad dentro. Y eso incluye el derecho a entregar contenidos sin cargo o con cargo.

Prefiero este tipo de acciones que la ley SOPA, que sí tiene en su articulado principios contrarios a aquellos que motivaron Internet. La Ley SOPA sería tan perjudicial para Intermet como el dejar impune el atropello a derechos de propiedad intelectual. Con la colaboración de todos, que está en la esencia del espíritu de la Web, iremos creando un marco que garantice todas las libertades - incluída la libertad de generar contenidos y cobrar por ellos.

Alfredo Barriga