El viernes 17 de mayo, día internacional de las
telecomunicaciones, se lanzó la nueva estrategia digital del Gobierno, con un
horizonte en el año 2020, presentada por el Presidente en persona. Como
documento es más una propuesta abierta que una política pública, conscientes de
que en esta materia las cosas son muy dinámicas.
Antes de entrar en la materia de la estrategia hasta el año
2020, conviene detenerse en otro aspecto, que es lo realizado hasta ahora desde
2010. Los proyectos digitales no cortan cintas. No son primera plana de los
medios de prensa ni de la televisión. Son parte de una revolución silenciosa,
que ha estado ocurriendo en estos años. Ha habido proyectos disruptivos, aunque
no se vea aún todo el impacto de los mismos. Han ocurrido cambios de paradigmas,
aunque no en todo lo que quisiéramos ni todo lo que necesitamos. El uso de
Tecnologías de la Información ha dado varios pasos adelante, aunque no con la
rapidez que desearíamos quienes estamos en este sector. Hemos recuperado un
liderazgo en la región, pero no es a eso a lo que debemos aspirar. La Agenda
Digital para el año 2020 reconoce esta realidad y se pone como meta acercarse más
a los países que lideran a nivel mundial en materia de sociedad del
conocimiento.
Ha habido en mi opinión varios proyectos TIC disruptivos que
se han acometido o terminado en el presente Gobierno, y que en muchos casos no
han tenido el grado de difusión que merecen:
1)
Proyectos para perfeccionar el mercado de
telecomunicaciones y mejorar el acceso a Internet:
a.
Ley de neutralidad en la Red (primer país del
mundo en sacar una ley de este tipo)
b.
Ley de portabilidad (ya hay 1 millón de personas
que la ha usado, presionando sobre precios de telefonía celular)
c.
Licitación de espectro 4G y entrada de nuevos
actores en telefonía celular y de banda ancha móvil (el efecto se deberá ver en
los próximos años, según se despliegue esta red)
Estos proyectos de perfeccionamiento del mercado han tenido
resultados inmediatos. Chile hoy está en primer lugar del ranking NRI del World
Economic Forum en dos subíndices: cobertura de telefonía móvil y en grado de
competencia en telefonía e Internet. Entre diciembre de 2009 y diciembre de
2012, la penetración de banda ancha en el país por cada 100 habitantes ha
aumentado desde un 21% a un 50% en banda ancha móvil (tecnología 2G más 3G) y desde
un 9% a un 12% en banda ancha fija.
2)
Proyectos para el emprendimiento TIC
a. Proyecto Start Up Chile, que trajo a
emprendedores de Silicon Valley a Chile, generando un “estado de ánimo” que no
existía de parte de capitales de riesgo. Se han generado nuevos fondos de capital
de riesgo orientado a TIC millonarios en dólares, algo que hasta ahora no
existía
b. Proyecto Global Connection, que lleva a
emprendedores TIC a Silicon Valley o les da acceso a redes de inversionistas
ángel que existen en lugares como Silicon Valley. Hace 4 años atrás era
impensable que alguien de Silicon Valley atendiera a un emprendedor chileno.
Hoy ya son varios los que están incubando su emprendimiento en la meca del
emprendimiento TIC
3)
Proyectos de gobierno electrónico
a. Chile atiende: rompe paradigma de atención al
público, al tener por primera vez locales físicos del Estado que atienden
procesos de más de un Ministerio, junto con atención virtual tanto vía Internet
como vía Call Center
b. Chile sin papeles: tiene por objetivo conseguir
que todo lo que se pueda hacer por Internet se haga por Internet
c. Gobierno abierto: tiene por objetivo profundizar
en el desarrollo de aplicaciones a partir de datos del Estado que son
publicados en plataformas abiertas
d. Clave única de acceso a procesos con el Estado:
aunque aún está en marcha blanca, esta innovación permitirá que se cumpla la
Ley de Bases Administrativas – que hasta ahora estaba solo en el papel – por el
cual un ciudadano no necesita solicitar del Estado información que ya está en
el Estado. Con ello, se reducirán los trámites en un sinnúmero de procesos
4)
Proyectos de uso de TIC en creación de valor y
conocimiento
a. Salud digital: hay una estrategia digital de
salud en marcha (www.salud-e.cl) que entre
otros proyectos tiene la digitalización de todos los hospitales públicos, lo
cual está avanzando en 11 procesos. La Licencia Médica Electrónica se está masificando a contar de este año (por fin), después de 1 año de marcha blanca.
b. TIC en el aula: el proyecto más disruptivo (y
con cero publicidad) ha sido el de incorporar la metodología de Khan Academy en
1.000 colegios públicos, en varias asignaturas. Es un cambio de paradigma, que
debería llevar hacia el “flipping the classroom” (intercambiando la sala de
clase), por la cual las lecciones son vía Internet y el aula es para avanzar en
lo aprendido.
c. Empresa en un día: con este proyecto,
recientemente lanzado, Chile aparecerá en primer lugar en otros dos subíndices
del NRI: número de días para crear una empresa y número de procedimientos para
crear una empresa. De paso, mejorará el ranking mundial de “doing business”
Decir que en estos 3 años no ha habido agenda digital es injusto.
Que no es la agenda digital de la que se habló en campaña, tampoco es correcto.
Que no se ha cumplido todo lo que se habló en campaña, es cierto. La evidencia
empírica muestra que eso es lo que ha ocurrido en Chile con todas las agendas
digitales. Quienes estamos metidos en este sector empujamos por reformas y proyectos
más allá de lo que luego suceden en la realidad, y debemos mantenernos así. De esta
forma, hemos ido avanzando más que si hubiéramos puesto la vara más baja.
La nueva agenda digital para el año 2020 requiere un gran
trabajo de concreción. El documento, pese a tener 5 ejes estratégicos, 14
líneas de acción y 30 iniciativas, no especifica quienes se hacen cargo de las
iniciativas, cómo éstas se concretan y en qué plazo deben estar cumplidas. Varias
de las iniciativas requieren varios proyectos, los cuales tampoco están
enunciados – ni eran de esperar, ya que se trata de una Estrategia. Y algunas
de las metas son poco ambiciosas – se van a conseguir por la sola dinamicidad
del mercado.
Nada de lo anterior es para mí preocupante, habida cuenta
que el documento es más que nada una hoja de ruta abierta. Lo que sí es
preocupante, y mucho, es que la Agenda Digital sigue sin ser “tema país”. Salvo
uno, ninguno de los precandidatos presidenciales considera para nada en sus
programas la sociedad del conocimiento con el desafío que plantea para Chile –
cuya economía sigue amarrada a bienes tangibles y depende en gran medida de
solo un producto. La Agenda Digital 2020
se hizo con el concurso de representantes de las “fuerzas vivas” del país… pero
solo las que les importa el tema. De nada servirá si el próximo Gobierno, sea
del signo que sea, no le da la importancia que tiene. Hemos ganado batallas con lo hecho hasta ahora, pero ni de lejos la verdadera guerra
Lamento decirlo de nuevo, pero en Chile la Agenda Digital no
es tema, y eso no tiene nada que ver con el Gobierno de turno. Solo la sociedad
civil – que ha demostrado un enorme dinamismo en abrazar el uso de TIC – y la
industria misma – que debería poner todas sus fuerzas en ampliar y mejorar la
oferta de TIC al mercado – podrán ponerlo en la agenda. Lo demás, son buenos
deseos. No hay agua en la piscina para aspirar a ser un Singapur, un país nórdico
o una Corea del Sur. La mentalidad del país está aún en otra zona, la del
desarrollo de recursos naturales que son nuestra bendición, pero que podrían
convertirse en nuestra maldición antes del 2020.
Alfredo Barriga