Todo este tiempo en que he estado hablando como disco rayado de la Sociedad del Conocimiento no ha sido por “visionario”, simplemente he estado describiendo lo que está sucediendo en el mundo, tratando de ponerlo en nuestra Agenda.
Un artículo de la BBC titulado “La Batalla de las superpotencias del conocimiento” (http://www.bbc.co.uk/news/education-14949538) da cuenta que no he estado exagerando. Hay una verdadera batalla entre Estados Unidos, Europa y las potencias emergentes como China, India y Corea del Sur, que están empeñados en una carrera para invertir en investigación de tecnologías e innovación. Están buscando los ingredientes que como Google, conviertan un proyecto universitario en una empresa. Están buscando generar los puestos de trabajo destruidos por la crisis financiera del 2008. En Europa, piensan crear un millón de empleos enfocados solo en investigación para competir mundialmente en áreas como salud, energía y economía digital.
Francia ya anunció el lanzamiento de un programa de 45 billones de dólares para la generación de “clusters de innovación” donde las Universidades, las grandes empresas y los Centros de Investigación se potencian juntos para crear empresas basadas en el conocimiento. Se ha constatado que estas empresas se expanden a una velocidad y escala inalcanzables en las industrias manufactureras tradicionales.
Las cifras de la OCDE muestran que en la crisis financiera se perdieron 11 millones de puestos de trabajo, 5 de ellos en EEUU. La mayoría de los despidos fueron en la industria manufacturera y en puestos de trabajo poco cualificados. Recontratar a esos trabajadores pasa por reconvertirlos hacia trabajos cualificados, muchos de los cuales requieren titulación. Países como Corea del Sur ya lo vieron venir hace años, y hoy es el sexto país del mundo en número de graduados con título por delante de países como Francia o Italia. Corea del Sur hace ya una generación que decidió invertir fuerte en mejorar los estándares de calidad de la enseñanza, en todos sus niveles, para pasar de ser una potencia industrial a una potencia del conocimiento. Tiene un Ministerio de Economía Digital.
Según el Secretario General de la OCDE, el español José Ángel Gurría, el triángulo de innovación, educación y habilidades es de extrema importancia, definiendo tanto el problema como la solución. “Debemos “rebootear” nuestras economías con un crecimiento más inteligente”, añadió.
Chile llegó tarde a la revolución industrial, y al paso que va, llegará tarde también a la revolución digital. Necesitamos poner – toda la sociedad – un mayor sentido de urgencia.
La economía en Internet es la que está creciendo más rápido en el mundo, generando casi tres empleos por cada uno que destruye, y de mejor calidad y remuneración. Debemos apostar decididamente por ella, superando los actuales paradigmas del nuestro modelo económico basado en recursos naturales, sin que ello signifique dejar de tener esas actividades. Debemos incorporarnos con más fuerza a un mercado mundial de 8 trillones de dólares anuales en comercio electrónico. Debemos rehacer mallas curriculares y metodologías de enseñanza, para que nuestros jóvenes puedan incorporarse rápidamente a esta dinámica economía. Tenemos que comenzar a generar “clusters de conocimiento” como los que están haciendo en Qatar (“Ciudad de la Educación”) o en Seúl (Media Digital City).
No es que no estemos avanzando, es que los demás van cada vez mucho más rápido. Colombia subió 21 puestos en e-gobierno el año pasado (versus una mejora de 6 puestos para Chile), y ya nos pasó. Uruguay subió 12 puestos en el índice NRI (versus una mejora de 1 puesto para Chile), y ya nos está alcanzando. Debemos convencernos de que será la economía del conocimiento la que nos va a crear el desarrollo que necesitamos para el SXXI, y darnos cuenta que en la partida de esta carrera partimos bien y luego otros se nos adelantaron.
Alfredo Barriga