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miércoles, 28 de octubre de 2015

Apple ya es la empresa que más ha ganado en un año en toda la historia

En los últimos doce meses Apple ganó 53.400 millones de dólares, 41 veces más que el año 2005. Las ventas en estos diez años aumentaron 17 veces, y la capitalización de mercado, 15 veces. A pesar del salto que ha dado la capitalización, gracias al mayor salto de utilidades el PER de Apple está aún en un conservador 12,5. O sea, el precio de mercado tiene aún margen para crecer más.

Es primer vez que una empresa de tecnología supera a todas las demás empresas del mundo en utilidades y precio de mercado. Pero no creo que sea la única. Las empresas del conocimiento hace ya tiempo que vienen creciendo sostenida y crecientemente. Era cuestión de tiempo. No sería de extrañar que en algunos años más, dentro de las top 10 por utilidades, sean empresas tecnológicas, farmacéuticas o de servicios financieros las que copen el listado, quizá con una del rubro petrolífero - salvo que los precios sigan bajando. 


Infographic: What a Difference 10 Years Make | Statista
Más estadísticas en Statista

Lo más notable de este dato es que se trata de una industria, las TIC, que opera al revés del resto de la economía, debido al cumplimiento constante de la llamada Ley de Moore. Ganan cada año más dinero a pesar que los productos no solo no suben de precio en términos constantes y de paridad del dinero, sino que bajan. Y considerando el performance por unidad de dinero gastada, bajan mucho. 

La nueva economía que están trayendo las tecnologías emergentes está generando un excedente para el consumidor jamás visto antes en la historia. En Internet, es del 100% en muchos servicios y productos gratis por los que antes se debía pagar, partiendo por el correo, siguiendo por la educación, por periódicos, libros, películas, y un sin número de servicios que antes costaba dinero del bolsillo de los consumidores. Cuando se combina Internet con la telefonía móvil, se llega a extremos inimaginables hace diez años atrás. Hoy en un smartphone hay un celular, una cámara digital, una cámara de video, un personal stereo, un GPS, un aparato de radio, una TV, un computador... todo por el precio mensual de un servicio de telefonía móvil o por un monto fijo que es un pequeño porcentaje de lo que hubiera costado hace diez años todos esos productos por separado. En el camino han quedado muchas industrias de productos tangibles que han visto como sus productos eran dejados obsoletos por la irrupción de productos digitales a costo cero. 

Lo que está aún por decantar es el modelo de negocios detrás de toda esta revolución. ¿Quien paga por todo esto? De momento, ha sido la industria de la publicidad o el dinero de los inversores de capital de riesgo. Ha sido Apple precisamente el pionero en definir cómo se va a financiar en el futuro: con precios  muy bajos. Apple ha vendido más de 10.000 millones de canciones y contenidos en su tienda, cobrando por ellos. Algunos son gratis, porque quienes los produjeron así lo quieren. 

Inmensidad en la variedad de la oferta, precios ridículamente bajos, y sin embargo, utilidades récord en la historia. Bienvenidos a la Sociedad del Conocimiento. Si su empresa se dedica a entregar un producto o servicio "físico" pregúntese seriamente si no es "destangibilizable" y ahorrese el disgusto de Kodak, que después de cien años de existencia, y de haber sido pionero y líder mundial en la industria de la fotografía, quebró por no leer bien los tiempos. 

Una última reflexión: en Internet, y en el mercado de las TIC, el mercado de verdad funciona. Barreras de entrada y salida bajas. Libre competencia. Mejoras continuas de productos y servicios. Precios contenidos o cada vez más bajos. No gana el que tiene más dinero, sino el que tiene más ingenio. Me encanta. 

Alfredo Barriga

lunes, 19 de octubre de 2015

La Internet de las Cosas y la Economía del Siglo 21

Según una publicación de Mc Kinsey Global Institute, la llamada Internet de las Cosas tendrá un impacto económico para el año 2025 equivalente a entre 2,7 y 6,2 billones de dólares, es decir, entre 10 y 23 veces el PGB de Chile. Según el mismo informe, es la tercera tecnología emergente de mayor impacto económico, detrás de la Internet móvil y la automatización de trabajo de conocimiento.

La Internet de las Cosas esencialmente es sobre sensores que están en todas partes, miden de todo, y están conectados a Internet. Gracias a ello, pueden enviar información a otros sistemas inteligentes. Dicha información se incorpora en procesos, se usa para análisis, o se usa para toma de decisiones – automáticas gracias a la inteligencia artificial, o con intervención humana. Se estima que en la próxima década el número de sensores instalados en todo el mundo podría ser de entre 50 mil millones y un billón. Es decir, por lo bajo, alrededor de 7 sensores por habitante en el mundo.

Son muchos los sectores de la Economía de Chile que están fuertemente expuestos a los cambios de paradigma de la Internet de las Cosas. El monitoreo remoto de enfermedades crónicas, por ejemplo, ayuda a reducir los costos de dichas enfermedades, mejorando a la vez la calidad de vida de esas personas. La capacidad para monitorear y controlar las redes de energía y sistemas de agua puede tener un gran impacto en la conservación de energía, las emisiones de gases de efecto invernadero y la pérdida de agua. Los sensores incorporados en los productos de todo tipo, y comunicados con Internet, permitirían la ubicación de especies robadas en cuestión de minutos. Sensores en todas las calles de la ciudad pueden tomar el pulso al tráfico y modificar las luces verdes, a la vez que guiar los buses de pasajeros, con el chófer cómodamente sentado en su casa con un joystick. El uso a gran escala de los identificadores de radio frecuencia permite tener inventarios continuos en tiempo real de cientos de miles o incluso millones de ítems distintos.

La Internet de las Cosas va a redefinir muchos puestos de trabajo, mejorando su productividad y su aporte a la creación de valor en la organización. Pero para que ello suceda se requiere comenzar a trabajar desde ya, para el manejo del cambio. De lo contrario, puede suceder que, teniendo una tecnología disruptiva habilitante, no haya mano de obra capaz de usarla, con lo cual la organización se queda en el pasado. Se debe ser consciente también que se van a destruir y crear nuevos puestos de trabajo, para lo cual se va a requerir un gran esfuerzo de capacitación y readecuación laboral. 

Un ejemplo de empresa chilena que está avanzando en IoT es CODELCO, que por ejemplo ha puesto sensores en los camiones de movimiento de mineral, aumentando la visibilidad y la exactitud de la conducción. Los conductores no están en el camión, sino en una oficina a cientos o miles de kilómetros de distancia. Con un joystick, por supuesto.

Es desde todo punto de vista recomendable generar una colaboración público-privada alrededor de este nuevo paradigma. La IoT es una tecnología de punta detrás de lo que se ha dado por denominar “realidad inteligente”, y que se traduce en “ciudades inteligentes”, “edificios inteligentes”, “producción inteligente”, “agricultura inteligente”, “salud inteligente”, etc. Todo ello configura una verdadera "Economía inteligente" (smart economy), que es una de las características de la Economía del siglo 21. En definitiva, son las cosas las que se encargan de recoger, procesar y entregar información para la toma de decisiones. Y también toman decisiones en algunos casos, pero eso ya es otra tecnología.


Alfredo Barriga